¿Cambia lo que nos parece interesante o somos nosotros los que cambiamos?
Hace algún tiempo me encontraba viendo uno de los directos que emite casi a diario el famoso youtuber español Auronplay. Recuerdo que en esa ocasión se encontraba jugando al juego de Minecraft. Cuando mi padre vio qué era lo que estaba haciendo, se limitó a decir: «Ala, qué aburrido ver a alguien jugando un jueguito de esos. ¿En serio eso te parece entretenido?».

Cuando me lo dijo yo me quedé un tanto anonadado. Luego de una breve reflexión me hice la pregunta ¿por qué a mí ver a un español jugando a uno de estos juegos era muy entretenido, pero a mi padre le parecía una cosa absurda, aburrida y sin importancia?
No es nuevo que los jóvenes (yo lo catalogo entre los que tienen entre 15 a 30 años) han experimentado un gran cambio entre lo que a ellos les parece interesante y lo que a las generaciones más veteranas les parece interesante.
Esto se da gracias a las características propias de las generaciones más jóvenes. Estas han hecho de la tecnología y la internet un estilo de vida que poco a poco se ha hecho más orgánico y natural. Para ellos es muy común levantarse, ver las redes sociales, y luego ponerse a hablar por chat con sus amigos. Gracias a esto, cada vez es más común que existan personalidades que se han valido de esto para ganar fama dentro de este mundo, y al estar tan extendido entre tantas personas y que tengan un nicho de mercado tan grande provoca que tengan fama
Con los famosos streamers, tan populares actualmente, sucede algo similar. Las emisiones en directo son una forma distinta interactuar con un público. Estas combinan el ocio propio de un material audiovisual aunado a un chat en vivo que hace que el usuario pueda interactuar con su ídolo en tiempo real, haciendo de esto una forma distinta de ver el entretenimiento. Las audiencias ya no son pasivas, ahora juegan un papel muy importante, para bien o para mal.
Sin embargo, para muchas personas más adultas o que pertenecen a generaciones más veteranas, esto no les parece ni interesante ni atractivo. Suelen reducir esto a un mero «solo estás viendo a una persona hacer una cosa u otra». Considero que esto se da porque ellos no entienden la forma en que los jóvenes ven esta oportunidad, no entienden el entusiasmo que genera y tampoco entienden en que consiste.

Siempre hay un texto y un contexto, y en ambas hay una gran correlación. Nuestro contexto actual es uno más tecnológico, en donde buscamos un entretenimiento tal vez menos serio. Sin embargo, el contexto de nuestros padres, por ejemplo, es distinto. Ellos no crecieron en este ambiente tan extraño, no entienden el entusiasmo porque no ven el mundo como lo vemos nosotros y no comprenden las cosas como los jóvenes lo hacen. Es de este modo que, si tomamos la acción contraria, nos puede parecer aburrido lo que se hacía antes como método de entretención.
Así que no es que lo interesante deje de ser interesante. Es que cuando se va avanzando en el camino de la vida también va cambiando el modo que nosotros tenemos de verla. El hecho de coleccionar vivencias y experiencias hace que nuestro mundo interno intelectual cambie y a lo mejor es por eso por lo que tal vez ya no nos parece entretenido algo que nos entretenía de niños. A la postre solo podemos decir, todo es interesante desde el punto de vista de la persona indicada.
✒️ Las opiniones expresadas en esta sección —Plumas de libertad— son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente los puntos de vista de Centennial.