Los efectos de la industria del plástico
Los desechos de este material incrementaron a causa de la pandemia y ahora la contaminación ambiental ha empeorado.
Durante el 2020 con el coronavirus, se redujo el movimiento y la locomoción por lo que se podría suponer que fue un suceso favorable para el medio ambiente. Sin embargo, se dejó de prestar atención a un gran contaminante: el plástico. Este aumentó en cantidades exorbitantes debido a la demanda de mascarillas, los insumos médicos e incluso los empaques de delivery.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) declara que si los ciudadanos y autoridades políticas no actúan en conjunto, en el 2050 el océano tendrá más residuos plásticos que peces. En Guatemala, se estima que unas 12,000 millones toneladas de basura plástica cubrirán al país.

¿Es malo el plástico?
No, el plástico no es malo en sí mismo. Como explica Sergio Izquierdo, director y fundador de la organización Rescue The Planet que lucha contra la contaminación del plástico, «el problema es el plástico de un solo uso, se utiliza unos segundos y luego pasa a ser parte de la contaminación al medio ambiente». A este proceso también se le conoce como «economía lineal», que consiste en tres etapas: producir, consumir y desechar. Por el contrario, la «economía circular» es aquella que cumple las «R»: rechazar, reducir, reutilizar, reparar, restaurar, remanufacturar, rediseñar, reciclar y recuperar.

Según Oxfam Intermón, una organización no gubernamental de cooperación para el desarrollo afiliada a la confederación Oxfam, en España la empresa Eko-rec maneja el modelo de la economía circular creando alfombrillas o tableros para el automóvil a partir del reciclaje de botellas Polietileno Tereftalato (PET). A continuación, podrás encontrar una serie de imágenes que explican los símbolos que encuentras en los plásticos:
(Las ilustraciones fueron extraídas del Manual del Agente Multiplicador realizado por la Comisión Guatemalteca del Plástico (Coguaplast), el cual es parte del programa educativo ¡Haz tu parte!).
Sin embargo, de acuerdo con el informe Global Plastics Outlook de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), solo el 9 % del plástico fabricado se recicla adecuadamente. Por lo que como menciona Izquierdo: «El plástico no puede utilizarse para una economía circular».
¿Y entonces por qué lo usamos?
Principalmente, la razón por la cual no se deja de utilizar plástico es porque como dice el doctor Julio Cóbar, médico general, «el uso de estos componentes del plástico tristemente se debe a su efectividad. Nos han permitido a los humanos, el desarrollo de múltiples herramientas con bastante facilidad». Desde el punto de vista económico, a los empresarios les conviene optar por esta opción porque el precio es asequible.
Según la Comisión de Plásticos de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), la industria del plástico genera más de 25,000 empleos directos y más de 100,000 indirectos. Además, forma 2% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala, por lo que implementar una ley que los prohíba afectaría a la economía del país.
«La industria del plástico es la industria de exportación indirecta más importante del país, abasteciendo de envases y empaques a otras industrias agrícolas, construcción, alimenticia, farmacéutica, cosmética, acuícola entre otras. Los principales destinos de exportación de estos productos son Centroamérica, el Estados Unidos, México, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, China y Taiwán», indicó Agexport.

La organización independiente World Population Review estima que en la actualidad, Guatemala genera 1,495,229 toneladas de residuos plásticos. Asimismo, en el 2019 Guatemala ocupaba el puesto #67 a nivel mundial y el #10 a nivel regional en el índice de fabricantes de residuos plásticos que publicó la Fundación Minderoo. En el siguiente mapa se puede visualizar la cantidad de residuos plásticos que produce Centroamérica:
Covid
El doctor Cóbar dice que el plástico es una «herramienta de utilidad relativa». Esto debido a que si bien «puede ayudar a prevenir la transmisión del coronavirus al poder descartar materiales contaminados. El covid-19 tiene un tiempo de vida limitado de 2-3 días en superficies plásticas». Entonces, en realidad el plástico no es una buena alternativa para evitar los contagios.
«Cerca del 75% del plástico generado por la pandemia de COVID-19 como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares, con un grave costo para el medio ambiente y la economía», alertó en un comunicado la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
Por otra parte, se empezaron a utilizar distintos empaques de plástico de comida y otros productos a domicilio. En Singapur se llevó a cabo una encuesta realizada por Los Angeles Times, la cual determinó que de los 5.7 millones habitantes, se desecharon «1,470 toneladas adicionales de desechos plásticos solo de empaques para llevar y entrega de alimentos». En ciertos países como Guatemala, se comenzó a observar que ahora los empaques plásticos como los envases o pajillas, tenían la etiqueta de «biodegradable». De hecho, existen dos tipos de plásticos biodegradables: bioplásticos y oxodegradables.
Bioplásticos: hechos de masa.
Oxodegradables: material que se degrada rápidamente en cualquier ambiente pero restan pequeñas partículas en suspensión.
No obstante en Guatemala, para los empaques que son catalogados como biodegradables, se llevaría un proceso extenso. Izquierdo, lo explica:
El Océano
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) afirma que: «los plásticos constituyen la fracción más grande, dañina y persistente de la basura marina y representan al menos un 85% del total de los desechos que hay en el mar». Sin embargo, no solo afecta a los seres humanos. También daña a los animales, especialmente a la fauna marina debido a que pueden confundir el plástico por comida y terminar atrapados, lastimados o incluso causarles la muerte. Por esto las campañas de limpieza de mares y las bardas no son la solución. Para empezar, «las bardas funcionan como un hilo dental» ya que no se filtran las partículas como los microplásticos. Por tanto, hay que tratar el problema desde su raíz.
Microplásticos
Los científicos han comprobado la presencia de partículas diminutas compuestas por desechos plásticos, conocidas como microplásticos (5 milímetros) y nanoplásticos (menor a 0.050 mm). Estos provienen de dos fuentes: del ambiente (microesferas en los geles de ducha, abrasión de las llantas…) y de la degradación de plásticos (bolsas degradadas). Ambos pueden transmitirse a través del aire, alimentos, agua e incluso por la piel, aunque generalmente se consumen por la comida, por lo que los seres vivos estamos expuestos en gran medida.

Un informe de World Wildlife Fund (WWF), Dalberg y la Universidad de Newcastle en Australia demuestra que «una persona podría ingerir aproximadamente 5 gramos de plástico cada semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito». Entre los alimentos y bebidas que contienen microplásticos resaltan: el agua potable, los crustáceos, la cerveza, la sal y los moluscos. Respecto a la transmisión por aire, el análisis señala que el «aire de casa» engloba más microplásticos que el exterior, ya que existe menos circulación del mismo y por la presencia de textiles sintéticos (sus productos son derivados del petróleo, como el plástico) y polvo doméstico.

Los fenoles, que se utilizan en la fabricación de productos plásticos, están asociados con «las alteraciones endocrinas» que provocan cambios en las hormonas y el metabolismo, así como también en distintos sistemas del cuerpo humano. A pesar de ser un tema que requiere de más estudio, el plástico está compuesto de productos químicos y aditivos (como los bisfenoles, ftalatos, bifenilos policlorados (PCB)) que pueden causar enfermedades que afecten a la salud humana con una exposición crónica (continua), las cuales son:
cáncer
diabetes
asma
cáncer de mama
cáncer de hígado
leucemia
infertilidad y funciones sexuales
impactos genéticos como bajo peso al nacer
neurotoxicidad
Los estudios aseguran que las mujeres y los fetos son más vulnerables a los microplásticos, ya que pueden afectar a la placenta de los recién nacidos y la fertilidad en mujeres. Según el doctor Cóbar: «la exposición a los fenoles puede reducir la edad gestacional en niños y aumentar el riesgo de desarrollar asma». Un reporte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) menciona que «las dioxinas, asociadas con la quema de desechos plásticos (una práctica común para iniciar incendios en muchas naciones menos desarrolladas económicamente), son extremadamente cancerígenas y tienen un impacto particularmente negativo en las mujeres».
Acuerdos
En Guatemala, el 17 de enero del 2022 fue presentado el Acuerdo Gubernativo 164-2021 por el presidente Alejandro Giammattei y el ministro de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) Mario Rojas. Este acuerdo es el Reglamento para la gestión integral de los residuos y desechos sólidos comunes, y compete al MARN de manera conjunta en coordinación con las municipalidades del país velar porque este se cumpla.
En el capítulo III Normas Sanitarias y Ambientales, el Artículo 12 en lo que se refiere a la Clasificación dicta lo siguiente:
Artículo 12. Clasificación. Todas aquellas personas, individuales o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras que, como resultado de sus actividades produzcan residuos o desechos sólidos comunes, deberán separarlos al momento de su generación.
Durante los primeros dos años de vigencia del presente Reglamento la separación se realizará de acuerdo con la clasificación primaria, como mínimo.
a) Clasificación primaria:
a.1) orgánico
a.2) inorgánico
Aquellas municipalidades que así lo dispongan, de acuerdo con sus políticas y planes para la gestión de los residuos y desechos sólidos, podrán utilizar inmediatamente la clasificación secundaria, cuya aplicación es obligatoria a partir de la conclusión del período de dos años referido.
b) Clasificación secundaria:
b.1) papel y cartón
b.2) vidrio
b.3) plástico
b.4) metal
b.5) multicapa
b.6) otros
Soluciones
Lo primero es generar conciencia, solo cuando los ciudadanos, empresas y políticos adquieran el compromiso es que se lograrán los cambios trascendentales que se necesitan. Desde pequeñas acciones como llevar bolsas de tela, evitar los envases plásticos, comprar los condimentos en envases de vidrio hasta difundir las ideas con familiares y amigos. Adicionalmente, otra opción es rechazar y reducir el consumo del mismo con el fin de ayudar al medio ambiente y a la ve resguardar la salud. Entre las alternativas al plástico están el cartón y el vidrio retornable.
«Una botella de vidrio puede llegar a usarse hasta 40 veces y luego se crea otra igual», afirma Izquierdo.
Para más soluciones sobre cómo cuidar al planeta, descarga la aplicación Earth Hero donde se encuentran distintas acciones de las cuales elegir que pueden llevar a cabo.
*Se consultó a las fuentes oficiales como el MARN y la Comisión de Ambiente, Ecología y Recursos Naturales del Congreso, sin embargo no se obtuvo respuesta.