Selena Gomez: la persona detrás del personaje en My mind and me
El documental My mind and me dirigido por Alek Keshishian es un retrato crudo de algunos de los momentos más oscuros de Selena Gomez. Desde su rechazo a la fama, ataques de pánico y ansiedad, depresión, trastorno bipolar, hasta el lupus.

Selena Gomez se ha caracterizado por su autenticidad, y esta no es una excepción. «Haré una promesa, solo te contaré mis secretos más oscuros», menciona en los primeros fragmentos. Pues precisamente, uno de los objetivos de esta es mostrarte la humanidad detrás de la celebridad. Como selenator, aseguro que el ambiente de las entrevistas y presentaciones se percibe más real. Por otra parte, Andrés Castro, estudiante de Comunicación Audiovisual, indicó que desde la introducción «se muestran planos muy cercanos que permiten llegar a empatizar con su historia».
Durante My mind and me, Selena se ve agobiada por la presión de la fama. En uno de los ensayos de su gira para su álbum Revival, que debutó en el primer puesto de la lista Billboard 200, la cantante rompe en lágrimas porque se siente insuficiente respecto a su interpretación y su cuerpo. Más tarde, confesaría que toda su vida se ha sentido así: «No soy lo suficientemente buena». Gabriel Castro, fanático de la actriz desde Barney y sus amigos, comentó: «Creí que Revival era su mejor era y donde estaba más confiada, pero ahora sé que solo estaba fingiendo por nosotros».
Por otro lado, en su viaje a Kenia es totalmente lo contrario. Gomez se ve verdaderamente feliz y llena de vida porque puede conectar con las personas. Una de las partes más fuertes del filme es cuando Betty Chep, estudiante de enfermería de la escuela WE, explica que se sentía como una carga y contempló el suicidio. «Estuve sentada un rato y pensé: Si me suicido ahora, ya que soy la primogénita, ¿qué ejemplo le daré a mi familia?», dice Chep. Selena comenta que se siente identificada con la idea de hacerse daño, pero yo diría que quizá también por la responsabilidad que tiene como figura pública, y por la cual se presionó a seguir adelante en el Revival Tour, a pesar de su estado de salud.
Sin embargo, la artista debe volver a su realidad, y es cuando la fama la angustia de nuevo. De hecho, una de las cosas que más odia es la superficialidad involucrada al hacer promoción, la cual demuestra en las entrevistas en Londres. Casi podría decirse que esa parte dulce de Selena que vemos siempre se desvanece, pero solo demuestra su humanidad. Con el simple hecho de no ocultar esta faceta de ella, es como ayuda a desestigmatizar enfermedades mentales, tal y como lo ha hecho a lo largo de los años.
«Me siento como un producto», dice Gomez. En el pasado ya había mencionado en una publicación de Instagram que eso no la hacía sentir auténtica. Su mejor amiga Raquelle Stevens, quien actúa como su guía en la cinta, le recuerda parte de su trabajo: «Hacer esto es lo que te da la plataforma para poder hacer viajes como ese y cambiar las cosas». Es una suerte que para su última canción titulada también My mind and me, no haya tenido que hacer más publicidad.
En conclusión, el documental cumple su trabajo al mostrar la intimidad y vulnerabilidad de la compositora. Con momentos de autocrítica y recaídas, Selena Gomez logra por fin su verdadero Revival (renacimiento).