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Ser flexible te hace feliz


Ser flexible te hace feliz. (Foto: Centennial, Gérman Gómez).

Hace poco leí un libro sobre la flexibilidad de pensamiento y cómo las personas con esta disposición suelen ser más felices y con mayor humanidad, al contrario de aquellas que acostumbran a ser más rígidas con sus ideas. El autor del libro compartía un ejemplo claro de rigidez: su compañera de vuelo, una mujer embarazada que tenía mucho malestar, solicitó a la azafata permiso para utilizar el lavabo de primera clase porque el de turista estaba ocupado y con una larga fila en espera, pero la auxiliar del vuelo le negó el ingreso basándose en el manual y automáticamente le dio la misma respuesta: «Lo siento señora, pero este baño es para primera clase y usted no pertenece a esta clase». A pesar de que se le pidió que hiciera una excepción porque la señora se sentía mal y el baño de primera clase estaba libre, respondió con la misma actitud: «No estoy autorizada para hacer excepciones».


Una mente flexible o rígida tiene mucho que ver con nuestras creencias, valores o formación. Las personas poco flexibles tienen problemas con ceder tan siquiera un poco porque sus ideas limitantes les impiden hacerlo. Son aquellas madres que se molestan con el hijo adolescente todos los días del año porque este no estira la cama después de levantarse, aunque saben que no pasa nada si la cama se queda con las cobijas alborotadas, creen que es parte importante de la educación y no están dispuestas a permitir que el hijo se salga con la suya.


Personalmente he compartido con gente que posee ambas características y lo que he notado es que las personas flexibles poseen mayor empatía y disfrutan más de la vida. Probablemente no siempre fueron así, pero con el paso de los años han ido reconociendo que la rigidez no es el camino. Unos meses atrás fui a mi chequeo dental y me detectaron bruxismo. La dentista me comentó que a raíz de la pandemia se habían incrementado los casos de rechinamiento de dientes y muchos de sus pacientes empezaron a usar un guarda dental para dormir. Imaginé que las personas con mentes rígidas son como esos guardas dentales que no les permiten soltarse con libertad.


El viernes 20 de marzo en la Gran Sala Efraín Recinos, el virtuoso compositor español José Luis Nieto ofreció el recital Pasión de Falla con la finalidad de acercar la música clásica a todo público. Después de su primera interpretación, salió de la sala y luego de unos minutos regresó para ofrecer una disculpa porque había cometido varios errores. ¡Oh, sorpresa! Ante nosotros estaba alguien con una trayectoria impresionante interactuando con su público, dejando al descubierto algo que quizá había pasado desapercibido para algunos. La ovación no se hizo esperar después de la segunda pieza, fuimos movidos por su magistral entrega en el piano y su carisma. No cabe duda, pensé, estamos ante un talentoso de mente flexible. Lo mencionaba el autor del libro al que me referí en un inicio: las mentes flexibles están abiertas a la crítica y también tienen la capacidad de autoevaluarse.

No hay recetas mágicas para la felicidad, pero si algo me queda claro es que la flexibilidad nos puede ayudar: atraeremos a personas que se sientan cómodas a nuestro lado, viviremos sin temor a hacer el ridículo, seremos más creativos, nuestra mente será más receptiva y buscaremos soluciones cuando las cosas se pongan difíciles. Seremos los seres humanos que estamos llamados a ser.


Fotografías: @luzmaphotos

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